domingo, 11 de septiembre de 2011

Del centro a los márgenes


Crónica de la tercera edición de Desvariarte, muestra del Frente de Artistas del Borda, luego del anuncio del traslado del gobierno de la Ciudad a las inmediaciones del Hospital Borda

11 de septiembre de 2011

Del centro a los márgenes

Caminás por la calle Salta desde Plaza Constitución que, por ser domingo, está menos repleta de gente. Cruzás la Avenida Montes de Oca y caminás. “Tiene que ser más allá”- pensás, pero parece que la ciudad no siguiera. Cuesta creer que más allá de la autopista hay algo que no sea fabricas y grandes edificios abandonados, que haya ciudad y de vez en cuando transite gente.

Llegás a Ramón Carrillo y bordeás un paredón largo, largo, interminable, hasta llegar al 375. El paisaje es desolado. Todo te recuerda que estás en los márgenes de la ciudad, en el borde. Entonces, encontrás el cartel que te dice que llegaste: “Hospital de Salud Mental José T. Borda”. Dispuesta a cruzar las rejas, te preguntás: Sur, paredón ¿y después?

El Hospital Borda te recibe con una garita que, a pesar de estar para controlar, no te registra. Carteles de arpillera denuncian sobre el frente despintado de esta institución centenaria: “No al Cierre”, “En el Borda hace frío, queremos gas”. Seguís las calles internas, te dirigís hacia donde la música te indica que está la muestra artística anunciada: Desvariarte, el evento que organiza el Frente de Artistas del Borda.

Podía parecer un delirio persecutorio, más viniendo de los márgenes, más tratándose del Borda. Pero los hechos lo confirmaron en gran medida. Hace meses, el rumor de cierre del Hospital venía corriendo por pasillos, de boca en boca y de vez en cuando llegaba algún eco a los medios de comunicación. El abandono y la falta de presupuesto ya casi no eran novedad, tras cuatro meses de falta de gas. Pero hace dos meses, el cierre de la Unidad Penitenciaria nº 20 que funcionaba en el predio del Borda, empezó a corporizar el fantasma. A principios de esta semana el reelecto jefe de gobierno porteño Mauricio Macri, anunció la mudanza de la jefatura de gobierno y cinco ministerios a las inmediaciones de este centro de salud y removió el avispero. 
 
Finalmente llegás al fondo, donde la locura y el arte se despliegan sin trabas. Cuadros multicolores, música de tambores, libros que cuelgan de los árboles y gente que los lee en silencio o en voz alta. Parecen locos, pero son artistas. Esta locura está organizada, no es espontánea sino premeditada, no se practica compulsivamente a pesar de la voluntad, no hace daño, está domesticada. Esta locura ya es arte.

Los stands de Radio La Colifata, del Frente de Artistas del Borda y de la organización Cooperanza delimitan el espacio de la muestra que se desarrolla en forma simultánea en el parque y en el interior del galpón del fondo. Bajo el sol, el grupo Sikuris de IMPA  toca folklore jujeño en ronda. Los internos, los artistas, los visitantes, están mezclados, bailan, hablan, se saludan, piden cigarrillos. Aquí y ahora, las barreras de la locura y la cordura se desvanecen. 

Gisella coordina el taller de periodismo, como parte del Frente de Artistas del Borda, que está organizando esta muestra por tercera vez. Para Mauricio Macri, la mudanza de la sede administrativa es parte de su promesa de campaña de “promover el desarrollo de la Zona Sur”. Pero Gisella tiene otra versión: dice que el jefe de gobierno está jugando a las escondidas. “Es una forma de invisibilizar la protesta social, porque cuando hay un problema con el gobierno de la Ciudad se va a Plaza de Mayo, se va al centro de la ciudad, si hacés una movilización acá es muy difícil que se vea.”


250 millones de dólares es el monto que será invertido en la construcción del Centro Cívico que se ubicará a dos cuadras del Borda, sobre parte del predio que pertenece al Hospital pero no está en uso. Según uno de los talleristas, de nombre Anselmo, con el 10% de esa suma podría ponerse en condiciones dignas el Hospital. El plan incluye la venta del Edificio del Plata, donde hoy funciona la jefatura de gobierno y el desmantelamiento de la unidad penitenciaria que queda unos metros atrás del galpón en donde se hace el festival. Allí durante la última dictadura militar se torturó y mató. El Frente de Artistas propondrá, ante el traslado de esta Unidad, que sea convertida en espacio de la memoria, como se hizo con la Ex ESMA. Porque ¨la historia no se demuele”, dice Claudio Calvo, uno de los oradores.   

Suena ahora la cumbia, los “locos” siguen bailando, los de afuera y los de adentro, y va cayendo el sol sobre estos márgenes a los que se quiere mudar el centro. Es hora de emprender la vuelta, de cruzar las rejas, para volver a entrar a la ciudad, hacia Plaza Constitución donde mañana lunes vuelve a empezar la locura de todas las semanas. La que está conforme al sistema, la bien vista. 

martes, 28 de junio de 2011

76 años de FORJA

29 de junio de 1935- 29 de junio de 2011

76 años forjando un destino


Hace 76 años, un 29 de junio de 1935, nacía la Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina (FORJA). Se trataba de un grupo de radicales disconformes con la línea elitista y oligárquica que estaba adquiriendo el radicalismo bajo la dirección de Marcelo T. de Alvear. Joven ella misma, la breve vida de sólo diez años de esta agrupación, que se integra al peronismo en 1945, nos ha dejado una invalorable producción teórica rubricada con los mejores nombres del pensamiento nacional: Arturo Jauretche, Raúl Scalabrini Ortiz, Homero Manzi, Manuel Ortiz Pereyra, Juan B. Fleitas, Luis Dellepiane, Gabriel del Mazo, entre otros. Por su riqueza y compromiso merece sin dudas ser rescatada en forma más completa y extensa. Este pretende ser solamente un (auto)recordatorio a tomar esa tarea.

Cuenta la leyenda que cuando Hipólito Yrigoyen pasó de la Isla Martín García a estar confinado en su casa, comenzó a recibir la visita de un grupo de jóvenes, entre ellos los del Movimiento de Continuidad Jurídica que fue el antecedente de FORJA. El mismo estaba formado por Arturo Jauretche , Juan B. Fleitas, Manuel Ortiz Pereyra, Félix Ramírez García y Homero Manzi.

El nombre del agrupamiento surge de la frase de Hipólito Yrigoyen “Todo taller de forja parece un mundo que se derrumba”. Su primer declaración, de la que hoy se cumplen 76 años, tuvo un marcado carácter antiimperialista y llevaba por título la siguiente frase: “Somos una Argentina Colonial: queremos ser una Argentina Libre”.

Ruptura

Lo que decide a los jóvenes forjistas a separarse del Partido Radical es el abandono por parte de este, controlado por Alvear y los antipersonalistas, de la política de intransigencia- denuncia y abstención- frente a las elecciones controladas por los militares. Los mecanismos fraudulentos caracterizan el régimen político de la época. Estos mecanismos y los negociados que acompañaron las relaciones con las potencias extranjeras, en especial Gran Bretaña, le valieron a los años 30 el mote de “década infame”, tal como fue bautizada por el periodista tucumano José Luis Torres el periodo inaugurado con el golpe de estado del 6 de septiembre de 1930. Durante la primera mitad de la década infame, el radicalismo permaneció proscripto. Sin embargo, cuando en 1935 el régimen conservador decide levantar la proscripción del Partido Radical, el ala alvearista se presta solícita al juego. El asesinato de Enzo Bodabehere en el Congreso Nacional, por denunciar el pacto Roca – Runciman, conmueve también las conciencias nacionales de los fundadores de FORJA y los decide a la ruptura con un Partido Radical que no combate al régimen militar imperante, sino que decide participar de él.


Reconstrucción

Los formadores de la nueva fuerza pretendían reivindicar una tradición democrática y popular de un Yirigoyenismo que ellos reconstruyen de manera formidable. No es que esta tradición no tuviera asidero alguno en la realidad histórica, sino que, como toda lectura política, se trató de una reconstrucción parcial. Requirió echar mano de ciertos olvidos – la semana trágica, la Patagonia Rebelde- y puso de relieve legados que los jóvenes radicales hicieron propios: la lucha por la ampliación del sufragio, y la política de nacionalización del petróleo, como los puntos más altos del radicalismo de Irigoyen que se propusieron rescatar. Como el “peronismo de Perón”, el forjista es reivindicado como un “radicalismo de Irigoyen”, que intenta volver a las fuentes. Sn embargo, poco importa cuánto habla del verdadero Yrigoyen la versión de FORJA. Lo que importa es cómo habla de Forja esta versión del radicalismo.


Transformación

Lo que distingue a esta agrupación de tendencia popular es su coherencia con los ideales democráticos y nacionalistas, más allá de las banderas políticas y las adscripciones automáticas. La experiencia de FORJA demuestra que la lealtad debe ser a los ideales y no a los escudos partidarios cubiertos de polvo, muchas veces traicionados. Lo que no cambia perece, es su forma de cambiar.

En 1945, los políticos e intelectuales reunidos en FORJA deciden disolver la agrupación dentro del movimiento peronista. La declaración del 15 de diciembre de 1945, tras mostrar su solidaridad con las jornadas de octubre, anuncia: “Que el pensamiento y las finalidades perseguidas al crearse F.O.R.J.A. están cumplidos al definirse un movimiento popular en condiciones políticas y sociales que son la expresión colectiva de una voluntad nacional de realización cuya carencia de sostén político motivó la formación de F.O.R.J.A. ante su abandono por el radicalismo.”

La obra

La producción teórica de los forjistas pasó por el ensayo político, el periodismo y la historia, pero no desdeñó terrenos como la música popular, la poesía y el tango, donde Homero Manzi llevó la posta. Entre los temas de denuncia, se puso énfasis tanto en la estructura económica dependiente del país, como en la superestructura cultural e ideológica que permitía la continuidad de ese estado de cosas. En este punto se concentró la obra de Arturo Jauretche, con su denuncia a los intelectuales educados por, para y en Europa, y con la crítica a las “zonzeras” difundidas por la cultura dominante y adoptadas por la mayor parte de la clase media antiperonista. La denuncia de la dominación británica fue magistralmente plasmada por la obra de Raúl Scalabrini Ortiz, especialmente en sus trabajos “Historia de los ferrocarriles argentinos” y “Política británica en el Río de la Plata”.


Por qué Canning debe llamarse Scalabrini Ortiz

En una muestra de que “es importante desde un niño hasta el largo de un vestido”, la disputa por el nombre de la calle del barrio de Villa Crespo que une Warnes con Figueroa Alcorta, encierra un profundo sentido ideológico. Ante la inauguración de un monumento a George Canning, FORJA denuncia mediante un volante que el homenajeado diplomático inglés había escrito en 1824: "La América Española es libre, y si nosotros los ingleses manejamos nuestros negocios con habilidad, ella será inglesa”. Cien años después, dicen en el volante fechado en 1937, los objetivos de Canning habían sido cumplidos y sobrepasados: los ferrocarriles, las empresas monopolizadoras del comercio exterior, los medios de comunicación, las mejores tierras de la Patagonia, las Islas Malvinas, en suma, todos los resortes económicos y políticos del país estaban en manos inglesas.

La calle que hoy recuerda al historiador argentino Raúl Scalabrini Ortiz, miembro de FORJA, cambió de nombre con los vaivenes políticos argentinos. Perseguida por las denominaciones cipayos desde sus orígenes, en 1867 fue bautizada como El Camino del Ministro Inglés, porque el diplomático británico Henry Southern la utilizaba para ir y venir al centro desde la quinta en la que vivía con su familia. Siguiendo con su mala racha, en 1893 una ordenanza le cambió por primera vez el nombre para bautizarla como George Canning, ministro de Relaciones Exteriores británico con la excusa de haber sido quien gestionó el reconocimiento formal de la Independencia argentina. En 1974, tras el regreso de Perón, la calle pasó a llamarse sugestivamente Raúl Scalabrini Ortiz, quien, como vimos, tuvo como uno de sus tópicos la denuncia del imperialismo inglés. El nuevo nombre duró lo que la corta primavera democrática, ya que tras el golpe de Estado la calle volvió a su denominación pro inglesa. Finalmente, dos años después del regreso de la democracia, volvió a denominarse con el nombre del escritor nacionalista, nombre que mantiene hasta el momento. Por el bien de todos, esperemos que le dure. Porque hasta en el nombre de una calle se refleja la suerte de una nación.

sábado, 21 de mayo de 2011

Quejas de bandoneón

A fines de 2009, se declaró al bandoneón como patrimonio cultural protegido y se creó un régimen para su protección. Oscar Fischer, luthier de bandoneones, explica las causas, aún vigentes, que hicieron necesaria la normativa conocida como “Ley del Bandoneón”. La crisis de 2001 y la devaluación, junto con el creciente prestigio internacional del tango, provocaron un gran éxodo de bandoneones hacia el extranjero. Una situación que pone en juego la continuidad de los géneros musicales argentinos en que este elemento es central, pero también la decisión de cultivarlos como cultura de elite o arte popular.



La Ley del bandoneón
Además de declarar al bandoneón como patrimonio cultural, la normativa crea un registro nacional de bandoneones y promueve la enseñanza de su ejecución. Sin embargo, el aspecto más polémico de esta normativa, que aún no entró en vigencia por no estar reglamentada, es la prohibición de la venta de bandoneones al extranjero. Por este motivo, “la ley fue criticada y tildada de chavista, pero los legisladores necesitaban un término fuerte para que tuviera efectividad”, explica Oscar Fischer en su taller de luthería donde además funciona la Asociación Civil La Casa del bandoneón, que se encarga de promover la conservación de este preciado instrumento.


Las joyas del abuelo
Este médico de bandoneones, sostiene que “la época del uno a uno y nuestra crisis del 2001 ha hecho que mucha gente vendiera el bandoneón del abuelo a dos pesos a las casas de música. Esto yo lo vi personalmente –recuerda- Eran montañas, ni siquiera apilados ordenadamente, estaban volcados en el sótano de las casas de música. Era como ver cadáveres para mí”. Los fundamentos presentados en respaldo de la ley señalan que “la mayoría de los bandoneones que hoy existen en la Argentina tiene entre ochenta y cien años, lo que los convierte de por sí en reliquias de valor histórico”. Sumado a esto, este tipo de instrumentos no se fabrican más en Argentina a escala industrial, sino sólo de manera artesanal o a pedido. Los pocos bandoneones que se fabrican en el mundo son importados de Europa. Todo esto lo encarece mucho para el público local.

El bandoneón inmigrante
Llegado de Alemania a fines del siglo XIX, junto con la corriente inmigratoria europea, se convirtió en un elemento central no solamente para el tango sino también para el chamamé y los ritmos folklóricos del noroeste argentino. Cuenta la historia que había sido inventado como una alternativa fácil de transportar para suplantar al órgano en las ceremonias religiosas callejeras. Pero pronto caería en desuso en el Viejo Continente a la par que dos países del sur de América, Argentina y Uruguay, lo adoptarían para convertirlo en símbolo y estandarte de la música del Río de la Plata. Gracias a esta adopción el instrumento encontró una continuidad y el bandoneón se trasformó en el querido “fueye”, al que se le han dedicado varios tangos, chamamés y zambas. Pero a partir de la crisis de 2001 y con motivo de la devaluación del peso, los bandoneones se abarataron mucho para ser comprados por el turismo extranjero a la vez que se volvieron cada vez más inaccesibles para el mercado interno. “Actualmente, la ecuación oferta demanda es de 8 a 1. Hay un bandoneón por cada 8 que lo quieren comprar. Hoy viene una madre con su hijo que quiere aprender a tocar el bandoneón y no podemos ofrecerle una alternativa accesible. Incluso para alguien que quiera hacer una inversión importante, es difícil conseguir uno”, dice Oscar Fischer. Está claro que el precio de los bandoneones dificulta la enseñanza del instrumento y a la larga, puede afectar la continuidad de los géneros populares argentinos para los cuales se convirtió en un ingrediente primordial.

Bandoneones de Papel
Oscar Fischer se entusiasma al contar la particular historia de Daniel Vedia, un bandoneonista radicado en Jujuy que enseña a tocar el bandoneón en la localidad quebradera de Purmamarca. Allí los chicos aprenden a tocar con bandoneones de papel, lo cual sería muy romántico si no fuera porque no suenan. Provisoriamente, La Casa del bandoneón se ocupa de enviar de vez en cuando un bandoneón para la escuela, y existe el proyecto de crear mini-bandoneones electrónicos, de juguete, que faciliten la enseñanza.
Sin duda, cuando la Ley que aún no está reglamentada empiece a regir, será un recurso más para fomentar la ejecución del instrumento, pero su utilidad dependerá de la concepción que prevalezca no sólo en relación al instrumento sino también en lo que respecta a la música. Entonces, es importante preguntarse, ¿buscamos enriquecer la cultura popular o nos mantenemos cómodos conservando un arte de elite que genera divisas?; ¿concebimos a nuestros géneros musicales autóctonos como piezas de museo o cómo géneros vivos que se nutren de las nuevas realidades?


Instrumento de elite o instrumento popular
Buscando una respuesta a aquellos interrogantes, el luthier reflexiona: “El bandoneón puede ser concebido como un instrumento de elite o como un instrumento popular”. Parece claro que para Oscar Fischer, definir al bandoneón como instrumento popular implica también ver al tango como una música popular y no como un producto de exportación. Ildefonso Pereyra, principal referente de la Unión de Músicos Independientes, suele decir que el tango fue calificado como la soja porteña y si es así, los músicos piden retenciones. En sintonía con este pensamiento, Fischer comenta que el Festival de Tango de la Ciudad recauda importantes sumas de dinero, pero estas no son reinvertidas en la actividad musical. “El Festival de Tango de la Ciudad recauda muchísimo, pero vos ves a los músicos con los mismos problemas de siempre.” Sin embargo, prosigue, “los músicos están organizados y saben muy bien, la mayoría de ellos, dónde están parados. Están los que entienden al tango como un género en evolución y los que entienden al tango como género muerto. Pero hay una tercera opción, que creo que es el caso de los músicos del Festival de Tango Independiente, que entienden que son las dos cosas al mismo tiempo. Ellos escucharon a Los Redondos, a los Rolling Stones y lo tratan de integrar pero lamentablemente, se encuentran con que les dicen que eso no es tango.”

Conciencia
Al momento, la ley del bandoneón no está reglamentada pero igualmente, Oscar opina que la difusión de la problemática dio sus frutos en lo que hace a una mayor conciencia. “Noto un poco más de conciencia sobre el tema, más cuidado. El tema ya se conoce en todo el mundo. El europeo que viene, al momento de encontrarse con la palabra patrimonio cultural ya no le da tantas ganas de insistir.” A pesar de estos avances, la problemática que dio origen a la necesidad de protección sigue vigente. Como toda ley es un instrumento importante pero será letra muerta si los amantes de la música no la defendemos desde el lugar que a cada uno le toca, para ponerla en práctica y velar por su respecto. El gemido de los bandoneones ya se escuchó, ahora queda en nosotros acudir en su auxilio.

viernes, 13 de mayo de 2011

Y con Uds... los intérpretes


Después del discurso de CFK ayer en Jose C. Paz, y estando tan nublado el día como para caminar hasta el Parque Centenario, me pareció la mejor opción darme una vuelta por los blogs -más o menos K- que pueblan la red de redes a ver lo que se discute sobre el tema. Con la incógnita de la mano y el oráculo por descifrar, los invito a un paseo poblado de links, como debe ser. Como tampoco podían faltar los piquetes, Blogger estuvo caído así que quedaron algunos baches, aunque los están rellenando a paso más rápido que los de las calles de Buenos Aires.


De Acquaforte
FEDE Vazquez
Una digresión que no lo es tanto. El autor saca a colación una nota publicada en Miradas al Sur el 24 de abril pasado, que habla sobre la relación del gobierno de Evo Morales con los sindicatos bolivianos. Además del análisis comparado, aporta herramientas teóricas interesantes de aplicar al caso, como la autonomía relativa del Estado y su relevancia en el pasaje de movimiento social a gobierno popular.


De Mundo Perverso
Un recorrido por la historia del gobierno de Cristina, desde los momentos más difíciles, pasando por cómo se dio vuelta la tortilla hasta llegar a la posición de comodidad que ve hoy el autor, desde la cual la presidenta puede poner en vereda a propios y extraños, pero sobre todo a los propios, pensando en su próximo mandato.
“Ella se sabe indispensable como conductora y aglutinadora de este espacio tan amplio y sabe que tiene el ancho de espadas. Pero no quiere gobernar sola contra el mundo. Habló del desgaste y el esfuerzo que viene poniendo para estar en el lugar que está haciendo lo que hace y necesitará el apoyo real de todos los sectores para garantizar la gobernabilidad en un eventual período 2011-2015. Y ante ciertas señales, cierta conflictividad innecesaria, como conductora tiene que marcar la cancha. Y vaya si lo hizo.”

De Artepolítica
Por Nicolás Tereschuk (Escriba)
Algunos ítems, bien puntuales, que iluminan aspectos históricos en la relación entre sindicalismo y peronismo, la imagen del sindicalismo y la necesidad de reformas.
Parafraseando a Cristina, “No me jodan, muchachos”.


De Gogliardo Argentino
Cristian Sayes, oriundo de San Martín- ahí cerquita del lugar de los hechos- elige la estrategia de la transparencia del medio, que no quiere decir objetividad, y transcribe el discurso textual. Permite sentarse cara a cara frente al mensaje, recuperar la totalidad de un discurso de una estructura argumentativa impecable. Lo recomiendo para ver la pieza oratoria como un todo y recuperar su sentido, por fuera de la extrapolación de las partes que repitieron hasta el cansancio los medios de comunicación y los comentarios de la calle.    

Mendieta, polémico y con problemas con Blogger
“Se lanzó la reelección y la apoyamos”
Por ahora, está caído…por problemas de blogger, una lástima porque el título es más que sugerente. Espero que lo suba.

El blog de Abel
Por Abel B.
“La Presidente tiene una carta muy fuerte en este juego: es el único candidato que le garantiza victoria al peronismo. Eso sólo ya le da una posición hegemónica, como se dice ahora, frente al conjunto de la dirigencia. Incluyendo, por supuesto, al sindicalismo, al que ninguna otra opción concebible les promete un gobierno más receptivo a sus reclamos.”
….y Las internas del peronismo”. Del mismo autor
Una manera de ponerle sal a la previa electoral que, de otra forma, hubiera sido muy aburrida…

martes, 12 de abril de 2011

Espectáculo teatral "Tango, luego existo"

Tango, luego existo:



Una invitación a sentir el tango


¿Obra de teatro? ¿Recital intimista? ¿Popurrí de poesía y baile? Cómo encasillar este mágico delirio de pasión tanguera que despliega generosamente un espectáculo a la vez sencillo, con sólo tres artistas en escena y una escenografía más que discreta. Esta obra, que han dado en llamar “Tango, Luego existo”, es una invitación, o incluso una incitación, a sentir el tango desde dentro y en todas sus facetas: su música, su poesía y su baile. Andrea Soledad Maidana, quien concibió la idea y es autora de algunos de los textos que interpreta, contagia con su actuación y su baile el entusiasmo por el género popular rioplatense. La acompaña en escena Luis Albarracín, quien se ocupa de la interpretación musical alternando bandoneón y guitarra, con la interpretación de tangos clásicos y otras joyas casi olvidadas en el arcón de los recuerdos. El baile en pareja, que va desde lo pasional a lo más profundamente sentido, es magistralmente interpretado por la protagonista y el bailarín Pablo Barreto.

La introducción a la obra nos invita a viajar por ese Planeta Tango tan misterioso. Convida a tamaño viaje también al pibe que escucha a Manzi con culpa (quizás con una cuota de vergüenza) porque no está escuchando rock. El espectáculo no ahorra en este tipo de guiños hacia las generaciones más jóvenes, supuestamente alejadas del tango. Los mismos actores no superan los 30 y exponen en el escenario su intensa relación con el sentimiento tanguero. En ese sentido, la obra es una invitación a desembarazarse de los prejuicios que señalan a esta música popular como cosa de viejos, de la misma manera que se estigmatiza a otros géneros populares desde la cultura comercial hegemónica.

Uno de los méritos de la obra es la decisión de no reproducir ciertos estereotipos utilizados hasta el hartazgo en los espectáculos tangueros del circuito comercial que vende tango de exportación desde su aspecto meramente sensual, o abusa de los clishes del compadrito y la mujer fatal. “Me niego rotundamente al farol en la escenografía”, bromea Andrea. Pero hay algo muy serio detrás de su afirmación. Cuando el personaje de Andrea se disfraza y empieza a interpretar esos típicos personajes con que se identifica al tango, Luis y su bandoneón - en representación del tango- le dicen: “Contanos una historia, pero como sos vos…”. Como si el tango pudiera hablar en su defensa y pedirnos que no lo difamemos.

Esa elección evita una visión acartonada del tango y permite una conexión más emocional con esta música, que adquiere un aroma a infancia y a barrio, y nos lleva de viaje a los tangos que escuchamos en el disco de pasta de los viejos. Luis Albarracín cuenta que hizo la selección musical en base a los tangos que solía escuchar en su casa cuando era chico y con los que tiene una conexión especial. Interpreta tangos clásicos, como “Che bandoneón” de Aníbal Troilo y Homero Manzi, y otros menos conocidos : una joya rescatada del tesoro escondido es “Retintin” del gran bandoneonista Eduardo Arolas. También, son rescatados del enorme repertorio musical porteño el tango “El abrojito” de Luis Bernstein y Jesús Fernández Blanco, y “El viejo Vals” de Charlo y José González Castillo. Luis los ejecuta como conversando con su fuelle, le acerca la oreja para escucharlo, como si le estuviera contando secretos al oído, y en su rostro se puede ver ese sentimiento y esa conexión que se renueva en cada acorde. También canta y se anima a acompañar con guitarra un vals peruano, llamado  “María Luisa”, de Antonio Lauro. En el baile y la música se cuelan algunos pasos y acordes de Jazz y flamenco, que señalan puntos de contacto con otros géneros. “Para mí el tango y el flamenco están muy emparentados”, dice Andrea, quien también se ha dedicado a cultivar el baile andaluz.

Las poesías elegidas y su singular interpretación en voz y cuerpo son otro elemento que aporta una importante cuota de emoción al espectáculo, con el recitado de poemas de Mario Benedetti y Horacio Ferrer, más algunos textos poéticos creados especialmente para la obra.

La protagonista se debate entre dos hombres, representados en el bailarín y el bandoneonista, pero la historia que se cuenta está lejos de las historias trilladas de los triángulos amorosos. En el amor y su elección por el músico hay una elección por el tango personificado en el bandoneón al que mira y desea con la misma pasión que a su enamorado. Lo que se cuenta desde el escenario no es exactamente una narración sino una forma de vivir el tango, desde el momento actual y desde el alma.

Mezcla de bajo presupuesto y alto compromiso, como destaca Andrea al finalizar el espectáculo, esta obra teatral logra crear un ambiente intimista, con toques de recital para amigos, y lo combina con un espectáculo de poesía y baile con dos excelentes bailarines y múltiples cambios de vestuario deliciosamente elegidos según los personajes, textos y canciones a interpretar.

Un espectáculo que recién nace y crece cada función agregando nuevos condimentos a este plato suculento de teatro, poesía, música y baile.


La obra se presentó durante el verano en Teatro del Centro (ciclo de 4 funciones) y en Best Bar Cultural (2 funciones). Acaban de realizar una función especial en La Ratonera (Corrientes 5552) el pasado jueves 31 de marzo, y la próxima estación de este viaje será el Club Premier de Caballito. Si aceptás esta invitación a sentir el tango, o si ya la aceptaste y querés disfrutarla, te recomiendo ir a verlo “con los tacos (o zapatos) puestos”.

Mantenete informad@ de las próximas presentaciones en
FACEBOOK: Tango luego existo
quierovaletango@gmail.com





domingo, 27 de marzo de 2011

A un siglo y 10 años del nacimiento de Enrique Santos Discépolo

Asignatura pendiente

Un 27 de marzo de 1901 nació Enrique Santos Discépolo, cariñosamente llamado Discepolín. La fecha sirve de excusa para recordar al creador de tangos como Cambalache y Gira Gira, que -paradoja de los números- se volvieron aún mas vigentes cuando llegó aquel siglo que evocaba la frase “en el 2000 también” y se cumplía un siglo de su nacimiento.
En su 110 cumpleaños, visitar la obra de Discépolo es meterse por el hoyo de Alicia, un viaje que merece ser emprendido, un regalo al revés que le da el cumpleañero al invitado. También es una oportunidad para redescubrir a  "Mordisquito”, personaje de sus audiciones radiales desde donde combatió a favor de la reelección de Perón en 1951, contra el conservadurismo horrorizado ante la primera incorporación de las clases populares a la política. Es rescatar al olvidado y silenciado por la pacatería de una clase media que no soportó que fuera fiel al pueblo que le había inspirado sus obras con su acuarela de pobreza esperanzada. Uno de los poetas del tango que le pusieron letra y música a la realidad argentina.
Revisitar la obra de Discépolo es una asignatura pendiente que sería provechoso emprender. Es hacer justicia con el poeta, el compositor, el actor de teatro y cine, el dramaturgo, el comentarista, el político, el constructor de un pedazo de cultura popular. Parecen muchos, pero es un artista integral que condensó gran parte de la historia del pueblo argentino. Un pedazo de historia, un acorde de sueños, un hombre crucificado por sus ideas, una pregunta empecinada sin respuestas conformistas, un rumor de calles y quejas, la miseria que apura el paso y el escepticismo crecido a la sombra de tanta traición en los infames años 30, los sufrimientos de un pueblo laburante, la nostalgia del inmigrante que añora su tierra, los aromas del barrio y el  conventillo perfumados por el recuerdo. 

Balvanera, 1901. Por entonces, el barrio era un suburbio de un centro porteño que no se extendía más allá de la calle Callao. Donde hoy florecen los negocios mayoristas de las más variadas chucherías, nacía el menor de los hijos de Don Santos Discépolo, un músico italiano que como otros tantos inmigrantes buscó el sueño americano y encontró la dura realidad del paraíso terrateniente argentino. La vida tampoco se presentó fácil para Enrique, que quedó huérfano con sólo diez años. Cuentan sus biografías, que en la secundaria, incurre frecuentemente en la conocida práctica de la “rata” y cambia la institución escolar por la escuela de la calle y el bar, que describirá magistralmente en “Cafetín de Buenos Aires”.  Su primer acercamiento al tango fue a los catorce años en el patio de uno de esos conventillos que describiera como “una oxidada sinfonía de latas… toda una intimidad doméstica al aire… un mundo donde el tacho era un trofeo y la rata un animal doméstico”. Pero este primer contacto resultó imperceptible para el muchacho, que junto a su hermano Armando Discépolo se dedicó tempranamente al teatro como actor y dramaturgo. Sus primeras composiciones musicales caen en saco roto, como el crudo escepticismo de "Qué Vachaché” escrito en 1926, resulta incomprendida en medio de los años locos argentinos, vigentes hasta que la crisis de 1929 pinche las burbujas del capitalismo mundial y el modelo agroexportador argentino, tan vulnerable a sus vaivenes. Al son de la crisis, la obra de Discépolo revela por primera vez su carácter premonitorio.

 Pero en 1928, Enrique tiene su primer gran éxito con “Esta noche me emborracho”, donde cuenta la decepción del hombre que ve en quien fuera su amada la vejez y el deterioro como un espejo y concluye:

Fiera venganza la del tiempo,
que le hace ver deshecho
lo que uno amó...
Este encuentro me ha hecho tanto mal,
que si lo pienso más
termino envenenao.
Esta noche me emborracho bien,
me mamo, ¡bien mamao!,
pa' no pensar”

 Ese año también se estrena “Chorra” y resucita el otrora ninguneado “Que Vachaché”. Fiel pintura de la década de hambre que se avecina, los desocupados tarareararán estos versos por las calles de Buenos Aires:

 Piantá de aquí, no vuelvas en tu vida.
Ya me tenés bien requeteamurada.
No puedo más pasarla sin comida
ni oírte así, decir tanta pavada.
¿No te das cuenta que sos un engrupido?
¿Te creés que al mundo lo vas a arreglar vos?
¡Si aquí, ni Dios rescata lo perdido!
¿Qué querés vos? ¡Hacé el favor!.

Lo que hace falta es empacar mucha moneda,
vender el alma, rifar el corazón,
tirar la poca decencia que te queda...
Plata, plata, plata y plata otra vez...
Así es posible que morfés todos los días,
tengas amigos, casa, nombre...y lo que quieras vos.
El verdadero amor se ahogó en la sopa:
la panza es reina y el dinero Dios.

¿Pero no ves, gilito embanderado,
que la razón la tiene el de más guita?
¿Que la honradez la venden al contado
y a la moral la dan por moneditas?
¿Que no hay ninguna verdad que se resista
frente a dos pesos moneda nacional?
Vos resultás, -haciendo el moralista-,
un disfrazao...sin carnaval...


La década del treinta verá nacer, junto a la infamia del fraude y la corrupción, el tango que mejor resume esas realidades y otras que se revelaron en el futuro igualmente nefastas, como su letra lo anuncia:

Que el mundo fue y será una porquería
ya lo sé...
(¡En el quinientos seis
y en el dos mil también!).
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
valores y dublé...
Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldá insolente,
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos
en un merengue
y en un mismo lodo
todos manoseaos...”

Comprometido con el arte popular más allá de su propio talento, batalló como parte del Sindicato de Autores y Compositores –SADAIC- por los derechos de autor que les dieran de comer a su vez a los mismos artistas y músicos populares. En 1944, conoce a Juan Domingo Perón, que en su rol de Ministro de Previsión Social, lo recibe debido a la campaña represiva que el gobierno militar emprende contra el lunfardo. La charla se hace larga y surge allí una de las amistades más célebres de la historia reciente argentina. Sin embargo, Discépolo no será un peronista de la primera hora. Pero sí lo será en las horas decisivas y con ello se le irá la vida. El 17 de octubre del 1945 lo encuentra tan sorprendido y desconcertado como gran parte de la clase media intelectual de la que forma parte. Al cabo del primer gobierno peronista, y hacia las elecciones que consagrarán la reelección del General Perón en 1951, combate con gran creatividad desde los medios de comunicación de la época mediante sus creativas audiciones radiofónicas. En ellas crea a un personaje imaginario, al estereotipo del “contrera” o “gorila” al que bautiza Mordisquito.

“Resulta que antes no te importaba nada y ahora te importa todo. Sobre todo lo chiquito. Pasaste de náufrago a financista sin bajarte del bote. Vos, sí vos, que ya estabas acostumbrado a saber que tu patria era la factoría de alguien y te encontraste con el regalo de una patria nueva, y entonces, en vez de dar las gracias por el sobretodo de vicuña, dijiste que había una pelusa en la manga y que vos no lo querías derecho sino cruzado. ¡Pero con el sobretodo te quedaste! Entonces ¿qué me vas a contar a mí? ¿a quién le llevás la contra? Antes no te importaba nada y ahora te importa todo. Y protestás. ¿Y por qué protestás? ¡Ah, no hay té de Ceylán! Eso es tremendo. Mirá qué problema. Leche hay, leche sobra; tus hijos, que alguna vez miraban la nata por turno, ahora pueden irse a la escuela con la vaca puesta. ¡Pero no hay té de Ceylán! Y según vos, no se puede vivir sin té de Ceylán. Te pasaste la vida tomando mate cocido, pero ahora me planteás un problema de Estado porque no hay té de Ceylán. Claro, ahora la flota es tuya, ahora los teléfonos son tuyos, ahora los ferrocarriles son tuyos, ahora el gas es tuyo, pero... ¡no hay té de Ceylán!...”

Su incursión en política le trae aparejado el distanciamiento de parte de sus conocidos y la mirada condenatoria de algunos. Como sostiene el historiador Norberto Galasso en el libro “Discépolo y su época”, es probable que ese mal trago le dé un golpe mortal a su debilitada salud. Discepolín muere de un ataque cardíaco dos meses después de ver triunfar la fórmula Perón Quijano, el 23 de diciembre de 1951. En su homenaje, el Teatro Presidente Alvear pasa a llamarse Enrique Santos Discépolo. Pero la campaña de silenciamiento que la sangrienta dictadura de 1955 impone respecto al peronismo, atañe también a su nombre y a sus composiciones, y el teatro vuelve a su antiguo nombre. La resistencia de la cultura popular, trasmitida de padres a hijos mediante la cultura oral, hace sin embargo que todos recordemos de memoria al menos la primer estrofa de Cambalache o su sintética imagen de “la biblia junto al calefón”, que tan bien resume la historia argentina del siglo XX. Recuperar la obra de Enrique Santos Discépolo es una asignatura pendiente, que sólo se aprende -al igual que su poesía- en las casas, las calles y los bares.   


viernes, 11 de marzo de 2011

Los sueños del andén y el sindicalismo que nos dejó en la vía

Los sueños del andén



Escucho el ronronear de tus pies de lata

Necesito dormirme con su temblor

El recuerdo del barullo de la estación

compensa el silencio del paredón

Se escucha una cumbia,

se escucha un rock and roll

Venden choripanes, discos

verdura, queso, pan y circo

Cuelgan de tus chapas calientes

esperanzas irredentas

buscando el mango de ayer

se aprietan en tus vagones

racimos de vidas que ata el azar

tropiezan en tus durmientes

los sueños del andén.






El sindicalismo que nos dejó…

en la vía


Corrían los años 60, época en que algunos jóvenes de clase obrera pudieron acceder por primera vez a la universidad. Por eso, no resulta tan extraño que el hijo de un peón ferroviario iniciara la carrera de Derecho. Podemos imaginarlo por los pasillos de la antigua facultad hablando de marxismo. Incluso era previsible que, siendo ferroviario él también, se sumara al sindicato y junto a la CGT de los Argentinos, motorizara en 1979 el primer paro contra la Dictadura Militar. Lo que sí resulta extraño es que se trate de José Luis Pedraza, la misma persona que hace unos días, 32 años después, dejó la lujosa torre de Puerto Madero donde vivía para probar las frías sombras de la cárcel, tras ser acusado como instigador del crimen de Mariano Ferreyra, un militante que tuvo la intrepidez de interponerse en las vías y así cuestionar los negocios de este sindicalista devenido en empresario.


Se trata del capítulo más reciente de la dramática historia que dejó como saldo más de 20 mil km de vías muertas, 85 mil trabajadores ferroviarios sin trabajo, cientos de pueblos fantasmas, nuevos puestos laborales precarizados, un pésimo servicio, un aire más contaminado gracias al predominio del modo automotor de transporte y lo que es más grave, el asesinato de un pibe de 23 años.

¿Qué pasó entre una escena y la otra, además de los años? La aplicación del paradigma neoliberal de los 90, la precarización laboral y las privatizaciones que entregaron a manos privadas áreas estratégicas de servicios sociales, entre ellos el transporte ferroviario. El sindicalismo cómplice del desguace de los 90 tuvo la corrupción como una de sus premisas. La Jueza Wilma Lopez acaba de procesar al titular de la Unión Ferroviaria en la causa que investiga el asesinato de Mariano Ferreyra. El fiscal Fernando Fiszer presentó serios indicios de que el sindicalista se quedaba con una diferencia entre el sueldo que el trabajador tercerizado debía cobrar como trabajador ferroviario y el que realmente llegaba a su bolsillo por estar fuera de convenio. Como si esto fuera poco, está acusado de organizar una banda de matones para reprimir a los trabajadores que debería representar, con el fin de cuidar sus negocios y su hegemonía dentro del sindicato. Esta acción de represión extra gubernamental, pero con aparente complicidad policial, fue la que culminó en el asesinato del estudiante y militante del Partido Obrero en octubre de 2010.

La precarización del trabajador ferroviario no es el único negocio del que participa Pedraza: desde 1998 la Unión Ferroviaria gerencia el Ferrocarril Belgrano Cargas. La concesión se extiende por 30 años, con opción a 10 más. Tampoco es el único servicio que prestó a las empresas privatizadas: los trabajadores ferroviarios fueron objeto de un plan de racionalización que dejó a 85.000 obreros en la calle.

La red ferroviaria fue otra de las víctimas de la turbia asociación entre dirigencias sindicales, el poder económico y los gobernantes en la última década infame. De los 35.746 km de vías operables que existían en el año 1988, quedaron solamente 8339. De las 2085 estaciones de tren existentes a principios de los ochenta, quedaron en funcionamiento solamente 1292*. Esta destrucción tuvo además un efecto arrastre para muchas economías del interior que recibían y despachaban mercadería y mano de obra a través del transporte ferroviario. Muchas estaciones se transformaron en páramos desiertos con graves consecuencias para pueblos que dependían de las vías ferroviarias tanto como las células del cuerpo dependen de las venas para dotarse de oxígeno.

Hay una víctima más del sistema privatista de los 90 que fundió los ferrocarriles: es el medio ambiente. A medida que avanzaban las privatizaciones, el transporte de mercaderías se fue realizando cada vez más a través de camiones y fletes. Así, terminó predominando el llamado modo automotor por sobre el modo ferroviario de transporte, con sus mayores costos, y consecuencias nefastas en lo que a contaminación se refiere.

Un panorama desolador, como una de esas estaciones abandonadas convertidas en piezas de museo viviente. El ferrocarril todavía debe emprender un arduo viaje de recuperación cuya partida está apenas anunciada por la bocina estridente de una locomotora.

*Los datos son de el libro "El ferrocidio" de Juan Carlos Cena, editorial La Rosa Blindada.

domingo, 6 de marzo de 2011

Segunda edición del Festival de Tango Independiente

El próximo sábado 12 de marzo empieza el Segundo Festival de Tango Independiente, que incluirá milongas al aire libre, conciertos y charlas sobre el género. Sus organizadores, la Unión de Orquestas Típicas y Fractura Expuesta Radio Tango, se oponen a la versión mercantilista de la cultura tanguera que pone énfasis en el sector for export, orientado principalmente al turismo. Afirman que no sólo “Agosto es tango”, como rezan los afiches del festival organizado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, porque la fiesta del tango “ocurre todos los días, durante todo el año”.


El festival, que se define como independiente, “antipostalero”, y autogestivo, busca recuperar el carácter popular de los festejos, que se perdió cuando el festival oficial fue reprogramado para agosto, en coincidencia con el periodo vacacional del hemisferio norte. Por eso, esta segunda edición incluirá tres milongas al aire libre, con la presentación de varios grupos en cada una de ellas. La primera, que inaugura el festival, se realizará en San Juan y Boedo el sábado 12 de marzo a las 21.30hs. La Boca será sede de la segunda milonga al aire libre que tendrá lugar en la puerta de Radio Gráfica el sábado 19 y finalmente, la milonga del Indio en San Telmo será el escenario de clausura del evento, el domingo 20.

Organizado por músicos y comunicadores que promueven día a día el acercamiento de las nuevas generaciones a esta música popular, el festival busca demostrar que el tango no es solamente una postal para turistas, sino que es un movimiento vivo que sostienen diariamente músicos, organizadores de milongas, profesores, bailarines y el público. Por eso afirman que se trata de un “recorte en la agenda porteña” que ocurre todos los días del año. Como en su primera edición en 2010, el festival será una excelente oportunidad para publicitar una actividad cultural muchas veces alejada de los grandes medios de difusión y tomar conciencia de la riqueza de la movida tanguera, que efinen como “un movimiento que ocurre hoy y que nos representa”.

Durante dos semanas de música y baile ininterrumpido se presentarán más de 20 orquestas y grupos integrados por músicos jóvenes en las diferentes milongas, teatros y bares que oficiarán de sedes del festival. Después de los carnavales, sigue la fiesta porteña pero esta vez con ritmo milonguero. Podés encontrar la programación completa del festival en www.orquestodromo.com.ar

 

viernes, 25 de febrero de 2011

Entre el amor y el odio. Peronismo y medios masivos

Amores y odios: la relación histórica del peronismo con los medios de comunicación

Históricamente y hasta la actualidad, las relaciones del peronismo con los medios de comunicación han sido conflictivas. La lectura que la historiografía tradicional hizo de esas relaciones fue de un simplismo liso y llano. En ella predominó la tesis del autoritarismo y control sin mayores matices. Es necesario recordar que las fuentes de la historia reciente son, al menos en un gran porcentaje, periodísticas: diarios, revistas, noticieros televisivos y programas de radio son a la vez fuente histórica y objeto de estudio. La ideología que presenta como objetivas estas manifestaciones es la misma que las hizo aparecer como fuentes históricas ventajosas en relación a otros documentos, que expresarían directamente las posiciones parciales de grupos de poder.
Luego de varias décadas de estudios en comunicación y luchas contra la concentración mediática- como la recientemente conquistada Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual- la objetividad de los medios está más que cuestionada. El disfraz de objetividad cayó y dejó al desnudo una urdimbre de intereses empresariales, complicidades con gobiernos de facto y campañas sucias contra gobiernos democráticos. Podemos sospechar que la historia oficial de los años del primer peronismo corrió el mismo riesgo de ser tergiversada que el que correría una historia de la dictadura militar o de la sanción de la Ley de medios escrita bajo el tamiz de los diarios hegemónicos.
La décadas del 40 y 50 fueron años de expansión de la industria cultural. Con mayor precisión, el historiador Jorge Rivera (El escritor y la Industria Cultural, Ed. Atuel, 1998) señala un auge de la industria cultural entre 1930-1955. Las conquistas laborales y salariales del período permitieron a la población trabajadora contar con más tiempo libre, a la par que veía aumentar sus ingresos. Esto impulsó el crecimiento del mercado interno, lo cual fue cierto también en lo que a bienes culturales se refiere. Sin embargo, ese crecimiento de cultura y su democratización son opacados por un discurso histórico que enfoca a los medios de comunicación de la época como víctimas de un intervencionismo estatal dirigido a controlar la información circulante.
Un análisis menos lineal, iniciado por una renovación en historiográfica que se produce en las décadas del 80 y 90, muestra que las relaciones de la industria cultural con el gobierno peronista eran mucho más complejas y no pueden ser explicadas solamente por un aumento del autoritarismo y el control estatal.
Lejos de estar en veredas separadas, las historias de la industria cultural y el peronismo fueron de una profunda imbricación. En vez de repelerse como agua y aceite, el peronismo construye una amplia hegemonía en los medios de comunicación y a través de ellos. De esta manera, el peronismo logra entablar un diálogo perdurable con una cultura popular influenciada por la industria cultural de masas.
La sanción del Estatuto del Periodista se produce al tomar el movimiento nacional peronista una reivindicación existente entre los trabajadores de prensa, que no sólo implica conseguir los derechos laborales que otros sectores estaban obteniendo. Con el estatuto, el sector sindical consigue el reconocimiento de los periodistas como trabajadores, mientras que hasta entonces eran considerados como “intelectuales”, en el marco de una prensa que tendría por misión el combate de ideas, desdibujando las divisiones de clase. El estatuto hecha luz sobre los intereses privados que se encuentran detrás de esa "misión" esgrimida y precipita de esa manera el reconocimiento de los diarios como empresas comerciales. En cierta manera, corona la evolución de la prensa tradicional agonizante hacia la prensa comercial masiva.
El reparto de subsidios por parte del estado es señalado unilateralmente como una medida de coerción sobre la prensa. Sin embargo, es la escasez de insumos como papel de diario y cinta fílmica que se produce como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, la que provoca el pedido de subvención de los sectores empresariales afectados y no al revés. La expropiación del diario La Prensa es otro de los caballitos de batalla de la historia oficial del autoritarismo peronista. Sin embargo, cuando se acerca la lupa para enfocar los negociados de ese diario con el papel prensa y se accede a la defensa de la medida por parte de John William Cooke en el Congreso, salen a la luz causas ocultas tras la versión de la sola censura a los diarios opositores.
Por otra parte, ya antes de ser elegido como Presidente, Juan D. Perón teje alianzas con parte de estos sectores empresariales y varias figuras artísticas, al atender sus pedidos de apoyo. Luego un hombre de la industria cinematográfica, Raúl Apold, que había sido parte de Argentina Sono Film, será el director de la política de propaganda del gobierno peronista a partir de 1949. También durante su desempeño como Secretario de Trabajo y Previsión, Perón entabla amistad con Enrique Santos Discepolo, célebre letrista de tango, actor y dramaturgo, quien defenderá acaloradamente las conquistas del nuevo gobierno durante la campaña electoral de 1951, a través de sus audiciones radiales. De otro artista prolífico (productor, director de cine, actor, guionista y cantante), Don Hugo Del Carril, es la famosa Marcha Peronista.
Pero el diálogo más rico que entabló el peronismo con la cultura masiva, no puede reseñarse en relaciones institucionales, sino en relaciones simbólicas, en un imaginario compartido que arraiga con fuerza en los sentimientos populares. No es dato menor que una de las figuras más importantes del movimiento, Eva Perón, haya sido actriz y se vista muchas veces como tal. La figura de Eva, sin embargo, es más que eso. La historia de Evita, que siendo de extracción humilde termina convirtiéndose en Primera Dama gracias a una historia de amor, guarda muchas similitudes con la tradición del melodrama, del radioteatro y la telenovela. Tiene la fuerza de simbolizar el ascenso social que empieza a dibujarse en el horizonte de la época. Pero, a diferencia de la mucama humilde que descubre ser hija del millonario, Eva no es precisamente sumisa ni pasiva. Su figura condensa tanto a la actriz como a la heroína, la muchacha humilde que logra el ascenso social y la trabajadora combativa, elementos que refuerzan una y otra vez la identificación con los sectores populares. Quizás esto sirva de contribución para explicar la intensidad de ese sentimiento peronista, que por ser un sentimiento, intenta explicar torpemente quien no participa de él.
Como en toda historia de amor, también la pasión del peronismo por los medios de comunicación esconde una cuota de voluntad de dominación. Pero es al fin y al cabo, una historia de amor, donde toda violencia esconde también el quiebre de la resistencia, un juego de seducciones mutuas que terminan engendrando nuevos equilibrios de amor y odio, amigos y enemigos de un viento de cambio que no deja nada como está. Como si fuera una de esas historias de los teleteatros no exentas de cachetadas ni de besos apasionados.