El aspecto olvidado de la Libertad de Prensa: la LIBERTAD DE CONCIENCIA
LORENA EN SU TRINCHERA
En estos tiempos, en que tanto se habla de la libertad de prensa desde los mismos medios de comunicación, es bueno recordar que esa libertad tiene como elemento central un aspecto no casualmente olvidado por sus supuestos defensores: la libertad de conciencia o libertad intelectual del periodista respecto a la línea editorial que impone el medio en que trabaja.
Maliciosamente, los sectores que hoy tienen una posición hegemónica en el campo periodístico intentan identificar la libertad de prensa con la libertad de empresa para lograr así presentarse como víctimas de un supuesto intento de censura estatal. De la misma manera, olvidan la responsabilidad que tienen como empresas de comunicación de acercarse lo más posible a la objetividad, chequear las fuentes y actuar sin malicia, es decir, publicar habiendo tomado todos los recaudos que permitan confiar en la exactitud de aquello que publican.
El Estatuto del Periodista (Ley 12908) vigente desde 1946, establece un régimen de estabilidad especial para los trabajadores de prensa, al tiempo que deja claro que éstos no pueden ser privados del derecho a ejercer su profesión “como consecuencia de las opiniones expresadas por el periodista”. Sin embargo, la uniformidad que presentan los empleados de medios como Clarín y La Nación, hace sospechar que este principio no se cumple en absoluto al interior de estos multimedios que dicen ser abanderados de la libertad de expresión. Algunos casos de discriminación, como los denunciados por Víctor Hugo Morales respecto al Grupo Clarín o por Reynaldo Sietecase contra América TV, demuestran que este derecho es francamente evadido en la práctica por los grandes grupos económicos que ejercen, como otra de sus ramas lucrativas, la (in)comunicación.
Queda claro que es fácil hablar desde un blog y no en el chaleco de once varas de un multimedios. Por eso, este recordatorio de nuestro derecho olvidado intenta ser mi reconocimiento personal a quien es una de las responsables de ayudarme a descubrir mi vocación, a quien compartiendo el micrófono de Radio Mitre junto con Jorge Halperín y Adolfo Castelo hizo que me picara el bichito del periodismo. En fin, a quien dedicó su Martín Fierro contra la criminalización de la protesta social. A Lorena en su trinchera.
Muy buena nota! Saludos
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